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night in edinburgh

Night in edinburgh, nueva serie de JERL & GV

Se pone a la venta

Número de fotos: 10

Tirada: 5 ejemplares numerados y firmados

Tamaño: 30x20, con margen blanco de 4cm.

Precio: 150€ c.u.

Precio con marco: 155€ c.u.

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From the darkness

SERIE BEIJING 2016. Esta serie está a la venta con las siguientes características

Número de fotos: 6

Tirada: 5 ejemplares numerados y firmados

Papel: Hahnemühle Photo Rag 308.

Tamaño: 66,6x49,4 cm. con bastidor, margen blanco de 8cm. aprox.

Precio: 350€ c.u.

Precio con marco: 400€ c.u.

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Beiging 2016

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No existe nada que no tenga nombre , pero cuando ya no estemos aquí la nada se adueñará de todo y el universo será entonces algo sin nombre. 


Básil Gianaclis, pdn.

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El que se busca añora la transparencia.

 

Taneda Santoka. El monje desnudo

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Oman 2021

SERIE OMAN 2021. Esta serie está a la venta con las siguientes características

Número de fotos: 2

Tirada: 5 ejemplares numerados y firmados

Papel: Hahnemühle Photo Rag 308.

Tamaño: 46,6x34,5 cm.

Marco de haya

Precio con marco: 250€ c.u.

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2-Oman 1

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In the flame of my lamp
i see just a hint of wind
in a night of snow

Oxima Ryota

Alone in the dark. Paseo de la Habana. 2018 JERL & GV

EL BOSQUE DE NEMO

El bosque de Nemo está situado en un lugar no muy alejado del monte Klossowski, en el centro de la isla de Crisoelephantine. Para ello es necesario pasar por la ciudad de Ültima, cuyas ruinas aún se pueden ver n lo alto de una colina. Después hay que atravesar una estepa semidesértica, a cuatro mil metros de altura. Allí vive una tribu de nómadas del  Ültmenistán, también llamados los Titiriteros.
El sacerdocio de la Diosa, conocida como A nice part Faith, esta vetado a los hombres del mundo real. Para convertirse en rex nemorensis (“rey del bosque”, como rezaba su título oficial) debía matar a quien ostentaba el cargo. Para un fantasma huido, llegar hasta el santuario era en sí mismo todo un reto. Debía despistar a los guardianes y a los perros, quitarse el aro de hierro que solían llevar los fantasmas alrededor del cuello, con su nombre. Luego tenías que sobrevivir, alimentarte de lo que encontrases en el bosque o de lo que robases en las granjas y dormir al raso. Si te escapabas en invierno, el frío iba a ser tu principal problema. Te convenía evitar los caminos y los centros poblados, pues algún vecino podía reconocerte o algún viajero que no le hiciese ascos a las recompensas podía descubrir tu condición. Además corrías el peligro de que te asaltase un grupo de bandoleros. Lo mejor era viajar solo de noche, guiándote por las estrellas.
Si al cabo de unos días, quién sabe si semanas, lograbas divisar a lo lejos entre los árboles el templo de la diosa, podías considerar que habías tenido suerte. Y, sin embargo, lo más difícil, puede que lo peor, estaba aún por llegar. Dentro del recinto del santuario, había un árbol sagrado que ningún hombre libre podía tocar. Debías dirigirte hacia él y partir una de sus ramas. Desde ese momento te convertías en aspirante a rex nemorensis: acababas de retar al combate al sacerdote. 

Gora Vorontsov, in illo tempore

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From the reality

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EL SEGÓN CEL: NÚVOLS VAGANTS SÓN CORTINES VAGUES DEL CEL.

Recuerdo que una noche tuve un sueño, un sueño extraño que me desveló y no me dejó dormir hasta poco antes del amanecer.  Estaba en lo alto de una montaña y escuchaba un leve sonido de címbalos a mi alrededor, que parecían estallar como suaves pompas de jabón. Miré a un lado y a otro y pude ver un extenso paisaje de altas montañas cubiertas de nieve, una tierra misteriosa, azul y blanca, con ciudades que destellaban en la lejanía, caravanas de mulas que recorrían estrechos caminos, cuadrillas de comerciantes, soldados y aldeanos que iba de un lado a otro, atravesando valles, cruzando inestables puentes sobre abismos insondables, entrando y saliendo de misteriosas ciudades, llenas de calles tortuosas, de torres, de palacios  con cúpulas doradas, de rojos castillos salpicados de cañones, de culebrinas, de mosquetes y alabardas. Entre todos ellos, unos lentos viajeros parecían destacar allá a lo lejos, muy cerca de la montaña más alta. Y eran los címbalos de sus cabalgaduras los que yo escuchaba, punteando armoniosamente el ritmo de su marcha. Y mi mente viajaba con ellos, y de pronto vi que se trataba de mi tribu, de la tribu de los Titiriteros, que iba a aquel país que había conocido el verano anterior. Transportado por el aire, vi que en uno de los carromatos iba Aroidi, con su sombrero troncocónico, y también Remaai, con su sonrisa eterna, y Doroia, que jugaba al lado. También vi al Obispo, moviendo su báculo por el camino, y al vendedor de arenques, azuzando a un viejo burro de color zanahoria, y al Mochuelo, saltando de rama en rama. Detrás de ellos iba un hombre de aspecto adusto, con un libro en la mano, leyendo una salmodia, y detrás de él un árbol con forma humana, arrastrando una pierna que no conseguía mover.  Pero no vi al viejo Losanrot, ni a la Gitanita, ni a muchos otros miembros de la tribu.
“¿A dónde irán?” me pregunté, mientras el sonido de los címbalos se apagaba en mi memoria y el rumor del viento me devolvía a la realidad.  “¿A dónde irán?” me pregunté de nuevo, esta vez en voz alta, y desperté en mi cama, sumido en un intenso estupor.


Gora Vorontsov, 2002.
 

Video

Night in Edinburg

Queen of the wide air

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Reina del amplio aire; tu más encantadora reina
¡De todo el brillo que mis ojos han visto!
Como superas todas las cosas en tu brillo,
Así cada cuento, hace este dulce cuento tuyo.
Oh, por tres palabras de miel, que pudiera
¡Cuenta sólo una maravilla de tu noche nupcial!

 

I stood tip-toe upon a little hill. Poems (1817) John Keats

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